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El tiempo sigue su marcha interminable.

La fin de un año y el principio de un año nuevo, es un momento que dura muy poco, pero para los hombres, este pasaje tiene muchas interpretaciones. En todo el mundo la medianoche es recibida con lágrimas y una gran algarabía, con grandes tragos y buenos propósitos, haciendo votos porque el año nuevo que está por llegar sea justamente un buen año. En esos minutos, queremos hacer borrón y cuenta nueva, olvidar nuestros errores, la crisis económica, los niños asesinados en las ciudades opulentas y en aquellas que no lo son. Pero dentro de nosostros sabemos que eso es una tarea ardua. La risa ruidosa y los tragos que aumentan en esos instantes de locura, ocultan el drama del hombre, esto lo sabe muy bien el clown. El dolor del hombre está siempre presente y su humana miseria se ve tanto en los países ricos como en los países pobres. No obstante todo lo que pasa,  a través de usos y costumbres propiciamos la buena suerte durante el año nuevo. Llevamos una prenda de vestir roja, comemos lentejas, damos fuego a bombas y cohetes. En estas fiestas, hay una costumbre que hecha raíces profundas en nuestra psique, y consiste en botar objetos inutiles o viejos.  Alberto Cortez
Deshacerse de cosas viejas, como los serpientes se deshacen de su piel, tiene una fuerza misteriosa. Se cree que arrojar lozas de barro a medianoche, elimine los males físicos y morales acumulados durante el año que se acaba. De todas maneras hay que botar el lastre, y es de esto que nos habla el cantante argentino Alberto Cortez

Dime, ¿Que tiras al agua?
Dime, ¿qué tiras al agua?.
Un público desconsuelo
y una secreta esperanza.
Lágrimas que no son mías,
recuerdos y madrugadas;
remordimientos antiguos,
palabras..., muchas palabras
que por dichas, no conviene
recordarlas...
Y tú, ¿qué tiras al agua?.
Trabajos mal terminados,
canciones inacabadas,
nombres de malos amigos,
dudas y dos o tres cartas
malamente concebidas
y escritas enhoramala...
Dime, ¿qué tiras al agua?.
Silencios, muchos silencios,
desgracias, muchas desgracias,
desabridas actitudes,
iras injustificadas,
tiempo inútil perdido,
deudas que nunca se pagan,
tristezas no comprendidas,
hambres, miserias humanas,
vergüenzas inconfesables,
limosnas no confesadas,
consejos paternalistas,
éxodos de casa en casa,
y una desconsoladora sensación
dentro del alma.
Y tú, ¿qué tiras al agua?.
Desatinos, desacuerdos,
mentiras innecesarias,
traiciones no cometidas,
promesas no consumadas,
falsos credos, diferencias,
hipócritas alabanzas,
prejuicios imperdonables,
conclusiones temerarias,
resentimientos oscuros,
frases desafortunadas.
Mi vida, mi vida entera,
mira cómo se la lleva el agua!.

Hugo Campos